Wednesday, November 29, 2017

Jennie Kidd Trout, en 1875, y Emily Jennings Stowe, en 1880: las dos primeras mujeres médico canadienses del Siglo XIX

Jennie Kidd Trout (1841-1921) fue la primera mujer con licencia que practicó la Medicina en Canadá,  desde el año  1875.  Nació en Escosia y cuando tenía  6 años, sus padres y demás familiares se mudaron a Strattford, Ontario, Canadá en dónde ejerció primero como maestra, actividad que continuó hasta su matrimonio con Edouard Trout,  quien  dirigía un periódico en Toronto,  a donde  se mudó la pareja  de tortolitos.

 Jennie fue la primera mujer en ser admitida a la carrera de Medicina en la Universidad de Toronto, pero por causa del  pésimo ambiente provocado por el recalcitrante rechazo de profesores y estudiantes a que una mujer estudiara Medicina, decidió finalizar la carrera en la Univ. de Medicina para mujeres de Pennsylvania (WMCP). 

La Dra. Trout abrió en Toronto un Instituto Terapéutico y Eléctrico (ella misma tenía mala salud, cosa que la motivó a abrirlo) y la especialidad era la de baños galbánicos o de electricidad,  un tratamiento médico alternativo (un tipo de electroterapia) basado en el uso simultáneo de agua y corriente eléctrica. El paciente tomaba un baño  de inmersión en agua a  34 grados Celsius, mientras que una corriente eléctrica suave pasaba a través de su cuerpo.

Baños galvánicos se utilizaron  principalmente en el tratamiento de enfermedades degenerativas, como la artritis inflamatoria y problemas con las articulaciones. El tratamiento duraba unos 15 minutos.

La Dra Jennie Trout se retiró a Florida en 1882, por causa de su  precaria salud, muriendo en 1921.  A ella se debe la creación de la Facultad de Medicina para Mujeres en la Universidad de Queens en Kingston, Ontario.  Hasta la graduación de la Dra. Emily Stowe a mediados de Julio  de 1880  Jennie fue la única  mujer médico en todo Canadá.



Emily Jennings Stowe (1831-1903)  nació en Ontario de padre metodista y madre cuáquera. Sus padres la incentivaron a estudiar, algo común entre cuáqueros, y en consecuencia la enviaron a estudiar a la escuela cuáquera en Providence, Rhode Island, Estados Unidos.

Antes de dedicarse a la medicina fue docente, primero en escuelas públicas durate 7 años, luego se graduó  en Pedagogía con honores como la primera de su clase en la Normal School for Upper Canada, que había sido fundada no hacía mucho en Toronto, después de lo cual fue  contratada como directora, -primera mujer directora  de una Escuela  Pública en Canadá- trabajó allí hasta que en 1856 contrajo nupcias con John Stowe y como eran felices y comían perdices, entre una y otra, trajeron 7 niños al mundo. 

Como el marido enfermó de tuberculosis  y ella llevaba más de una década y media antes de casarse experimentando con hierbas medicinales y medicina homeopática, decidió estudiar Medicina para ayudar a su marido y de ser posible,  evitar la viudez. Cómo la Universidad de Toronto le negó la admisión por ser mujer, se graduó dos años después  en la WMCP en Homeopatía y después completó los estudios para graduarse de médico obteniendo licencia otorgada por el Colegio Médico y Cirujano  de Ontario el 16 de Julio de 1880.  Abrió una -exitosa-  consulta en Toronto.  Su hija Augusta Stowe fue la primera mujer médico en graduarse en Canadá.

La Dra Emily Stowe también fue una activista  de los  derechos de la mujer en cuanto a estudio, oportunidades y sufragio. Fundó en 1876 Toronto  "El Club literario de la mujer" que años más tarde -en 1883- pasó a llamarse "Asociación de Mujeres sufragistas canadienses".

Jennie Kidd Trout y Emily Jennings Stowe:  He aquí a dos mujeres pioneras, luchadoras, fuertes e inteligentes que  por su coraje, buen hacer y determinación fueron modelo  e inspiración para muchas otras y  merecen, sin duda alguna,  ser recordadas.


Fuentes: aquí  y aquí

Aquí, más mujeres médico  canadienses


15 comments:

Javier Rodríguez Albuquerque said...

Sin duda merecen ser recordadas y tu esfuerzo para ello es muy loable. :-)
Musu handi bat.

manouche said...

Quel courage ont eu ces femmes talentueuses pour s'imposer dans ce monde masculin !

Ester said...

Mujeres que son ejemplo y si no podemos emularlas si reconocerles su merito y no olvidarlas. Un abrazo

Cayetano said...

Mujeres valientes, además de esforzadas y brillantes, en un mundo difícil para ellas.
Un abrazo, Myriam.

Ambar said...

Pioneras, fuertes, valientes y encomiables.La incorporación de la mujer a las facultades de medicina debió ser un movimiento bastante generalizado en esa década.
Creo que, en España, hasta 1910 la mujer necesitaba un permiso especial de las autoridades académicas para acceder a los estudios universitarios.
Nunca les estaremos lo bastante agradecidas a éstas mujeres que nos abrieron las puertas de la universidad.
Un beso

tecla said...

Muy interesante, Mirian. Alguien tiene que ser el primero o la primera en empezar.
El caso es que suigamos con bien y hacia adelante,
Te felicito por esta información,
Un beso.

Abejita de la Vega said...

Abrir caminos, los abrieron. Gracias a ellas.

Besos, Myriam.

Genín said...

Menos mal que hoy en dia es totalmente normal y corriente que las mujeres sean médicos, sin ir mas lejos, la mia, mi medico, quiero decir... :)
Besos y salud

Isabel said...

Gracias por tanta información interesante que nos transmites.
Abrazos.

Rafa Hernández said...

Mujeres que quizá nunca se le ha dado mundialmente el reconocimiento que merecen.

Besos.

Colotordoc said...

Ejemplo de mujeres valientes, que supieron salir adelante en sociedades machistas

Besote guapa

María Pilar said...

Qué grandes mujeres ha habido en la Historia y sin embargo los libros que la cuentan están llenos de personajes masculinos. Bien por contárnoslo.
Abrazo

chusa said...

querida Myriam siempre un placer pasar por tu espacio donde se aprende siempre algo, siento que mi trabajo me deja poco tiempo para dedicarme a mis aficiones preferidas como esta. Todo un homenaje haces a muchas mujeres que merecen ser recordadas por sus méritos, en este caso médicos. Gracias por las informaciones tan bien recopiladas.
Un beso enorme de inicio diciembre 🍁🍂

Mari-Pi-R said...

Sin duda que merecen ser recordadas ya que en sus tiempos la sociedad no reconocía su talento y su bien hacer.
Un abrazo

Pedro Ojeda Escudero said...

Otra mujer para recordar. Gracias, Myriam.
Un beso.